lunes, 6 de junio de 2011

Opinión Personal.

Desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, la aviación ha experimentado un cambio fundamental para el desarrollo a escala global, permitiendo el transporte comercial rápido tanto como el de pasajeros que cada día translada a millones de ellos entre regiones, islas, países, continentes y quién sabe en el futuro si hasta en planetas. Lo que nos deparará la aviación en el futuro, nadie lo sabe, pero seguramente nos sorprenda si miramos más allá del horizonte ;).

Lo que nos espera: el futuro

Space Ship One-NASA
En cuanto al siglo XXI, se espera que la aviación en general de un cambio radical hacia la modernización y optimización de los aparatos. Cada vez los aviones serán más rápidos, más silenciosos, más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente, hechos de materiales cada vez más resistentes y duraderos...


            Para conseguir esto, desde el comienzo de la década de 1990, la aviación comercial pasó a desarrollar tecnologías que en el futuro convertirán al avión en un aparato cada vez más automatizado, reduciendo gradualmente la importancia del piloto en las operaciones de la aeronave, con la intención de reducir los accidentes aéreos causados por fallos humanos. Los fabricantes de aviones comerciales continúan investigando posibles maneras de mejorarlos, convirtiéndolos en aparatos cada vez más seguros, eficientes y silenciosos. Al mismo tiempo, los pilotos, controladores aéreos y mecánicos cada vez estarán mejor preparados y las aeronaves pasarán unas revisiones más rigurosas con el fin de evitar accidentes por fallos humanos o mecánicos.
El Sistema de lanzamiento reutilizable, también conocido por sus siglas en inglés RLV (Reusable Launch Vehicle) es un vehículo de lanzamiento que es capaz de ser lanzado al espacio más de una vez, gracias a sus cohetes reutilizables, que generarían el empuje suficiente para alcanzar el espacio y una vez allí, orbitar alrededor del planeta. Estas aeronaves podrán despegar y aterrizar de la misma manera que los aviones, en pistas de aterrizaje largas. Aunque todavía no están disponibles, hay varios modelos que se encuentran en fase de pruebas, como el SpaceShipOne, que se convirtió en el primer vehículo espacial tripulado de capital privado. Con el tiempo podrían usarse para la realización de viajes espaciales, de bajo coste y alta seguridad. No obstante, para que puedan emplearse en múltiples ocasiones, es necesario que posean una estructura más resistente para soportar el uso continuado, lo que aumentaría el peso del aparato, y dada la falta de experiencia con estos vehículos aún se tienen que considerar los costes que implicaría su realización.
También se están investigando nuevas fuentes de energía más limpias, como el etanol, electricidad, o incluso empleando energía solar. Con esta última, la NASA creó el Helios, un avión alimentado gracias a la energía que le proporciona el sol y sus placas solares instaladas en toda su superficie alar. El Helios batió el récord de altura en ese tipo de aparatos, y también es capaz de mantenerse durante días en vuelo, lo que hace que en un futuro, aviones similares puedan ser empleados como satélites más económicos.
Avión solar Helios
A pesar de los crecientes problemas a los que se ha enfrentado la aviación en general, se cree que el siglo XXI será un siglo de avances dentro del mundo de la aviación. Aviones y cohetes ofrecerán capacidades únicas en términos de velocidad y capacidad de pasajeros y de carga que no deben ser subestimados. Siempre que  las personas tengan necesidades de transporte desde un punto a otro del planeta a gran velocidad, la aviación siempre será necesaria.

Boeing 747

Impresionante vídeo de un Boeing 747 aterrizando en St.Marteen, en el Caribe. El avión pasa casi rozando la playa, lo que supone un peligro para los turistas que pasan por allí. Los pilotos deben realizar un aterrizaje muy ajustado para poder frenar con tiempo. Yo no me pondría ahí debajo¡¡


1990- El avance hasta la actualidad

Las compañias aéreas avanzaban y avanzaban, y con ellas la industra aeronáutica. Cada vez, los aviones eran más eficientes, con más capacidad de carga o pasajeros, más rápidos...

El 12 de junio de 1994 el Boeing 777 realizó su primer vuelo, convirtiéndose en el primer avión diseñado y planeado completamente con ordenadores, y en actualidad es el mayor  birreactor del mundo. Junto al cuatrireactor Airbus 340, son los con mayor alcance operacional del planeta, pudiendo recorrer más de 16000 km en un único vuelo.

Boeing 777

Desde el inicio del siglo XXI, la aviación subsónica pretende sustituir al piloto por aeronaves controladas a distancia o por ordenadores. En abril de 2001, el avión no tripulado denominado Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk voló desde la Base de la Fuerza Aérea Edwards (California, Estados Unidos) hasta Australia, sin escalas y sin reabastecerse de combustible, tardando 23 horas y 23 minutos, siendo el vuelo más largo realizado por un avión no tripulado.
Uno de los Concorde de Air France sufrió un accidente el 25 de julio de 2000, cuando una turbina del avión comenzó a arder, haciendo que se estrellara en Gonesse (Francia) poco después de despegar. Hasta entonces, el Concorde era considerado el avión comercial más seguro del mundo. Pasó por un proceso de modernización hasta el 2003, pero por causa del bajo número de pasajeros y de los altos costes operacionales, todos los aparatos dejaron de volar en 2003, cuando British Airways retiró el último en servicio, y desde entonces ningún avión supersónico realiza vuelos comerciales.
Airbus 340

Airbus 380
Boeing 747
El 27 de abril de 2005, el Airbus A380 voló por primera vez, y el 25 de octubre de 2007, con la realización de su primer vuelo comercial entre Singapur y Sídney, se convirtió en el mayor avión comercial de pasajeros del mundo, superando al Boeing 747, que había ostentado ese récord desde que realizó su primer vuelo en 1969. Pero aun así, el A380 es superado en tamaño por el Antonov An-225, que realizó su primer vuelo el 21 de diciembre de 1988, y desde entonces es el mayor avión de la historia.
El 15 de diciembre de 2009, después de dos años de retraso, el Boeing 787 realiza su primer vuelo en las instalaciones que la compañía tiene en el aeropuerto de Paine Field (Everett, Washington, Estados Unidos), convirtiéndose en el primer avión comercial fabricado principalmente con materiales compuestos.

Otro vídeo.

Este vídeo muestra cómo se cerró a cal y canto el espacio aéreo estadounidense el día del 11-S (atentados de las torres gemelas). Se pueden imaginar el trabajo de los controladores, el colapso del los aeropuertos debido a la escasez de estacionamiento... Fue como un inmenso atasco de la mayor "autopista" del mundo, el cielo...

Vuelos en un día cualquiera.

En este impresionante vídeo, se puede observar la inmensa cantidad de aviones que se mueven el el mundo en un día cualquiera. Se le puede llamar, una "GRAN COLMENA".

El tráfico aéreo y su regulación: todo un reto.

El servicio de control del tráfico aéreo, también conocido por sus siglas en inglés ATC (Air Traffic Control) se presta por los países firmantes del tratado de Chicago que dieron origen a la creación de la OACI/ICAO en los términos especificados por las normas de esta organización internacional. Los 2 factores por los cuales en un aeropuerto se requiere el Control de Tráfico Aéreo ATC son la seguridad y eficiencia.
Ejemplo mapa espacio aéreo 
El espacio aéreo se divide en regiones de información de vuelo, conocidas como FIR (Flight Information Region) y cada país se hace responsable del servicio en las comprendidas en su 'área de responsabilidad'. En muchos casos esta área de responsabilidad excede las aguas territoriales de un país a fin de que el espacio aéreo comprendido sobre las aguas internacionales sea provisto de un servicio de información. El espacio aéreo en el que se presta el servicio de control aéreo se llama 'Espacio Aéreo Controlado'. La Unidad encargada de entregar el servicio de control al tráfico aéreo en estas áreas recibe el nombre de Centro de Control de Área. Debido al amplio espacio aéreo que manejan, están divididos en Sectores de Control, cada uno responsable de una parte del espacio total a su cargo. Cuando un avión está a punto de salir de un sector es traspasado al siguiente sector en forma sucesiva, hasta el aterrizaje en su destino. Actualmente, la mayor parte de las rutas aéreas están cubiertas por radares, lo que permite hacer un seguimiento permanente a los vuelos.
En las regiones de información de vuelo se encuentran las áreas terminales de los aeropuertos importantes y entre ellas discurren las aerovías, pasillos por los que circulan las aeronaves. Otros elementos son las áreas prohibidas, restringidas o peligrosas que son zonas donde el vuelo de aeronaves se ve restringido en diferentes medidas y por causas diversas. Las normas que regulan la circulación aérea en el espacio aéreo controlado se recogen en el Reglamento de Circulación Aérea.
Interior de una torre de control
Para que todo esto funcione correctamente, existen los controladores aéreos. Estos son personas que regulará el tráfico aéreo desde la torre de control de cada aeropuerto. Según las dimensiones de cada aeropuerto, éste puede tener más o menos torre de control,  por lo cuál más o menos controladores. Para ser controlador aéreo, se necesita un perfecto dominio de idiomas, sobre todo en inglés, es el idioma oficial para los controladores aéreos y las comunicaciones entre la torre y la aeronave. Además de estado, se necesita hacer la carrera correspondiente. El que se vea dentro de estas cualidades, podrá ser controlador y además disfrutar de un buen sueldo, siempre y cuando no hagas huelga, como lo sucedido hace poco en las vacaciones de Semana Santa, cuando se colapsó el tráfico aéreo español afectando también al europeo e intercontinental.
El controlador aéreo cuenta con una gran cantidad de instrumentos aeronáuticos y de radio desde su puesto, así de una gran vista panorámica de todo el aeropuerto necesaria para regular el tráfico aéreo. A veces, se controlador aéreo resulta un poco agobiante, pero todos se cogen con la práctica.
El Controlador de tránsito aéreo, o Controlador de tráfico aéreo (ATC, sigla que en inglés significa Air Traffic Controller), es la persona encargada profesionalmente de dirigir el tránsito de aeronaves en el espacio aéreo y en los aeropuertos, de modo seguro, ordenado y rápido, autorizando a los pilotos con instrucciones e información necesarias, dentro del espacio aéreo de su jurisdicción, con el objeto de prevenir colisiones, principalmente entre aeronaves y obstáculos en el área de maniobras. Es el responsable más importante del control de tránsito aéreo.
Su labor es complicada, debido al denso tránsito de aviones, a los posibles cambios meteorológicos y otros imprevistos. Los controladores de tránsito aéreo se seleccionan entre personas con gran percepción y proyección espacial, recibiendo, a su vez, un intensivo entrenamiento, tanto en simuladores de Torre de Control, Control de Aproximación, Control de Área y Radar, como también como pilotos, en Simuladores de Vuelo, para profundizar sus conocimientos de vuelo por instrumentos, en los cursos básico e intermedio, de Control de Tránsito Aéreo.
Para mantener la seguridad en cuanto a separación entre aeronaves, los ATC aplican normas dispuestas y recomendaciones entregadas por la Organización de Aviación Civil Internacional, OACI, Federal Aviation Administration, FAA, y demás autoridades aeronáuticas de cada país. El controlador de turno, es responsable de las aeronaves que vuelan en un área tridimensional del espacio aéreo conocido como área de control, área de control terminal, aerovía, etc. Cada controlador ha de coordinarse con los controladores de sectores adyacentes para planificar las condiciones en que una aeronave ingresará en su área de responsabilidad, entregando dicho vuelo sin ningún tipo de conflicto respecto de otro tránsito, condición meteorológica, posición geográfica o de altitud (nivel de vuelo), siendo esto válido, tanto para vuelos nacionales como internacionales.
Torre de control Madrid-Barajas
Los controladores trabajan en los Centros de Control de Área, ACC, en la Torre de Control, TWR o la Oficina de Control de Aproximación, APP, donde disponen de varios sistemas electrónicos y de computación, que les ayudan en el control y gestión del tráfico, como el Radar, RDR, (radio detection and ranging), que es un instrumento emisor/receptor de ondas de altísima frecuencia, el cual detecta los objetos que vuelan dentro de su espacio aéreo y a través de programas computacionales, los presenta en las Pantallas Radar, que les facilitan la gestión y progreso de los vuelos en sus posiciones de control. Existen otros programas de asistencia, como los que ajustan las pistas disponibles, tanto para despegue como aterrizaje de aviones y el orden en que los vuelos han de despegar y aterrizar para optimizar el número de vuelos controlables.
Normalmente, el grupo de la torre de control se forma de una gran cantidad de individuos, especializados en una tarea concreta; por ejemplo, el encargado del radar, el controlador de pistas de aterrizaje y despegue, (Local Control), el controlador encargado de entregar autorizaciones a las aeronaves que salen bajo reglas de vuelo por instrumentos, (Clearance Delivery), el controlador encargado de autorizaciones en Calles de Rodaje, TWY y plataforma, (Ground Control) o el supervisor general.

Los vuelos supersónicos

Tras la Segunda Guerra Mundial, la tecnología necesaria para la realización de vuelos supersónicos no estaba disponible, pero tampoco los aviones estaban preparados para soportar las fuertes ondas de choque generadas por las velocidades que se alcanzan en un vuelo supersónico. Algunos pilotos de la Segunda Guerra Mundial lograron pasar la barrera del sonido, pero con consecuencias catastróficas, causando la destrucción del avión a causa de las fuertes ondas de choque generadas por la velocidad.

Pero ya en 1943, algunos ingenieros estadounidenses comenzaron a trabajar en algunos prototipos de aviones no tripulados. Su preocupación no era hacer que vuelen sin piloto, sino que resistiesen las ondas de choque creadas a altas velocidades.
Como resultado, crearon una serie de aviones a los que llamaron Aviones X. El estadounidense Charles Yeager se convirtió en la primera persona en sobrepasar las velocidad del sonido, el 4 de octubre de 1943, pilotando un  Bell X-1 al que llamó Glamorous Glennis.

Concorde
En 1962, el avión North American X-15 se convirtió en el primero en llegar a la termosfera, pilotado por el estadounidense Robert White, logrando estar a una altura de 95936 metros durante dieciséis segundos, recorriendo en ellos 80 kilómetros. Esta hazaña fue el primer vuelo en el espacio. Posteriormente el X-15 llegaría a los 107900 metros de altitud y también se convirtió en el primer avión hipersónico (cinco veces la velocidad del sonido).
Tupolev Tu-144
Los primeros aviones supersónicos para uso civil fueron creados a finales de los años 60. El primer avión supersónico comercial del mundo fue soviético Tupolev  Tu-144. Este avión realizó su primer vuelo comercial el 31 de diciembre de 1968. Más tarde, el Concorde, fabricada por un consorcio franco-británico, hizo su primer vuelo dos meses después. El Tupolev, a causa de problemas operacionales, dejó de ser utilizado como transporte para personas al año siguiente. En cuanto al Concorde, realizó sus primeros vuelos comerciales en 1976, ofreciendo rutas transatlánticas. Ambas han sido hasta el momento las únicas aeronaves supersónicas que se han fabricado.

Tupolev-144